domingo, 3 de octubre de 2010

Día 3

Hoy fui al hospital,
con 38°C de temperatura
un dolor que parecía hacer estallar mi cabeza
pero ni la tortura de la Bencilpenicilina Bezatinica
ha logrado eliminarte un segundo de mi pensamiento
ni la caras angustiadas de la madres que estaban por dar a luz
consiguieron, ni fugazmente desaprecer tu rostro de mi mente.

Hace algunas horas cuando los rayos de Sol estaban ausentes
y la luna menguante me recordaba tus palabras y tu imagen...
recorrí la ciudad de noche, buscandote sin hallarte,
que te diría: no lo sé de cierto pero supongo

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