jueves, 9 de diciembre de 2010



Admira el mar, la arena, el amanecer, el atardecer, la luna, el sol, las estrellas…no solo una cuerda y una anzuelo te convierten en pescador…también es cuestión de paciencia.

En busca del encuentro conmigo, así empieza un día de pesca....es contrastante porque pescar es lo último en que pienso.
Llegas a donde empieza o termina el océano, admiras su inmensidad, en mi caso el océano pacífico - no sé quien lo llamó así, si has estado en alguna ocasión frente al él me entenderás- te impone la fuerza con la que se manifiesta en olas, espuma, corrientes, en vida, bajo y encima de él.
Sentir la brisa salina, sorprenderte con el amanecer y en ocasiones hallarás en el mismo instante, la luna llena huyendo de la claridad y el sol radiante emerger en el Oriente.

Lo repito "Amo el mar y ese efímero momento contigo. "